
Érase una vez, una niña en solitario anda y juega por la calle
Sube y baja los peldaños, en una plaza desierta
Tan solo por unas horas cuando termina la escuela
Tiene algunos amiguitos hasta el anochecer
Muy pronto se esconde el sol por la cima de la cuesta
Lentamente se despiden de su casa abren la puerta
Mañana será otro día, muy callada y muy despacio, ella entra
Y otra vez por la mañana sube y baja los peldaños
Hasta que queda cansada los va contando uno a uno
Como la abuela rezando va del rosario las cuentas
Pasan los días y meses ya han pasado los años
Y queda un pueblo fantasma como en los cuentos de hadas
Pues sus gentes se han marchado buscando vida segura
Donde con duro trabajo tener un pan en la mano
Con las idas y venidas y con todos esos cambios
Se han perdido las familias los amigos los contactos
Solo por meros caprichos y secretos de la vida
Puede ser que poco a poco vuelvan a juntarse un día
Como esta historia hay muchas en un rincón escondidas
Los adultos con trabajo los mozuelos en la escuela
Niños juegan solitarios corren saltan y pelean
También hay otras historias de suculentas comidas
Casas con muchos criados niños que alguien los cuida,
Unos jardines preciosos donde, juegan y revolotean
Y todos sus movimientos son vigilados con, tiento
Vestidos de suave seda zapatitos de charol
Mucho es el mimo y cariño que a raudales se les dio
Y no por mucho tener y no por vivir mejor
Con el paso de los años saben NO, sentir dolor
No importa cual es la historia sea mejor o peor
No importa en que escenario ni que color se le dio
En el teatro de la vida todos tenemos función
Hagas de rey o de pobre hagas de esclavo o señor
Seas más fuerte o más flojo más inteligente o tonto
La función sigue adelante y cada cual en su lugar
Todos tienen su papel interpreten bien o mal
Las historias si no iguales todas son muy parecidas
Unos se sienten los dueños otros están derrotados
Todas cuentan de unas guerras que nos matan nos humillan
Otras hablan de unas vidas que parecen maravillas
Como si hubiera dos, tierras como si hubiera dos, vidas
Tanta tristeza y dolor tanta riqueza y tanta alegría
Puedes en cualquier historia encontrarlo en la familia
Aunque a todos den igual, siempre todos lo reparten
Disminuyen o lo aumentan y administran
Cada una a su manera por eso y por otras cosas
Aunque hubiera unas mil vidas, pasaría como en esta
Unos guardan y acumulan otros gastan y derrochan
También están los que ni guardar o gastar pueden
Simplemente se sostienen mientras la vida, da vueltas
Y de por que aquí estamos nos preguntamos a veces
Nadie te da le respuesta ni los sabios ni los jueces
Todos buscamos ese ALGO que de sentido a la vida
Que disipe la confusión y entendimiento consiga
En el supremo infinito para el tiempo no hay reloj
En la escalera de ascenso escalón por escalón
Los más altos o más bajos, no son peor ni mejor
Ambar
Una historia cualquiera es lo cotidiano de la mayoría de los seres humanos, de los de hoy y los de mañana, donde hay más sueños que realidades para mitigar la melancolía cuando nos creemos desafortunados, sin darnos cuenta que teniendo salud y un trozo de pan para llevarlo a la boca, ya podemos rozar la diosa fortuna llamada felicidad.
Lo material llamado dinero es consistente y pesa pero si no esta bien dirigido es un desafortunado encuentro con el mayor de los vacíos en el interior del alma.
Luego me quedo con esa niña que sube y baja las escaleras en busca de amiguitos para matar el tiempo creciendo al lado de los mayores para atrapar otros tiempos de ilusiones en ciernes.
Hay otros niños donde me incluyo que no tenían ni escaleras, solo la quintana, ni amigos para jugar porque no los había.
Y cuando los he tenido más de lo que podía soñar, la coraza que la soledad había desarrollado me suguería que no los necesitaba para no ser herida por un sentimientos que desconocía, algo que sin saberlo te prepara para afrontar las posibles adversidades que te pueda deparar en el futuro.
Así que al final siempre hay una historia cualquiera, en un mundo cualquiera, con claro fundamento que pasa desapercibida a casi todos... Menos al protagonista!!
María del Carmen